UN CUENTO POR CONTAR

Ssssssss, ssssssss, ¿estás ahí?, veras, se me apetece contar un cuento, o mejor no, que te puedes dormir. Mmmmm, bueno venga, si insistes, que voy a hacer, lo contaré.

Erase una vez, hace aproximadamente unos 4.000 millones de años según los que saben de esto, nació la vida en el planeta tierra y con los años, fue evolucionando hasta el momento actual que somos unos evolucionados, según los que entienden de esto. Pero echando la vista atrás, en un poblado creado en la ladera de una montaña, vivía un viejo sabio, que ademas de tener una creencia ciega en la reencarnación del ser humano, también tenía el poder de recordar todas sus vidas anteriores. Cuentan los que lo conocieron, que cada vez que quería recordar algo, solía pronunciar unas palabras que nadie alcanzaba a descifrar y que decían “Este sabio, busca en su sabio interior, que posee la sabia energía del saber supremo” y cerrando los ojos, empezaba a murmurar sobre lo que quisiese averiguar, en voz tenue.

También se cuenta, que los seres de otras aldeas, acudían a el para aclarar dudas sobre la vida misma, ya que se sentían amenazados por fieras hambrientas y catástrofes como volcanes en erupción, tormentas y otros fenómenos naturales. A todas las preguntas sobre estas catástrofes naturales, solía responder, (Hermanos, para que podamos crecer, se tienen que alterar nuestros huesos y nuestros órganos. De igual manera, nuestra madre tierra, tiene que evolucionar y crecer y en este proceso se duele y transforma las energías de sus gritos, en truenos, sus lagrimas, en tormentas, sus suspiros en vendavales, sus quebrantables movimientos, en terremotos y sus fuegos internos, en volcanes, como tal, siempre nuestra madre tierra estará creciendo y con ello doliéndose, pero eso si hermanos, nunca toquemos sus heridas, porque si se las dañamos, se dolerá con mas energía y con ello, serán mas fuertes todos esos fenómenos de los que hablamos, además, tenemos que tener en cuenta que es nuestra madre y como tal, tenemos que cuidarla y mimarla, porque ella, a través de sus feminidad y gestación, ha creado nuestro ser a través de provocar para ello, la temperatura ideal, los minerales ideales, el agua, el oxigeno y todo lo necesario para que se pudiese dar la vida dentro la bolsa de la atmósfera que no es mas que su vientre.

El aldeano que hacia la pregunta a este sabio, dijo entonces “gracias mi apreciado sabio, ahora comprendo el porque del comportamiento de nuestra madre tierra, pero antes de irme, me gustaría hacerte otra pregunta ¿como podemos actuar cuando nuestra madre se esté quejando de dolor y su energía se convierta en los fenómenos naturales que nos hacen tanto daño?

El sabio contestó, buscad donde refugiaros y no tened odio ni rencor con ella, si en sus manos estuviese evitarlo, te aseguro que como madre, lo evitaría, pero no puede evitar el dolor ni el efecto que este causa por su gran fuerza, al igual que no podrá evitar su muerte cuando le llegue la hora y al igual que no podrá nunca evitar sufrir por el odio entre sus propios hijos, así que, solo eso, refugiaros y esperad, ya que nada es para siempre, al igual que lo bueno es pasajero, lo malo también. Una vez todo se haya calmado, salid de vuestros refugios y atended a todo el que no haya podido refugiarse a tiempo o haya sido dañado por sorpresa.

El aldeano, se fue muy satisfecho y con las ideas muy claras, pero en el camino hasta su aldea, se fue encontrando con otros seres a los que saludaba y contaba las auspiciosas palabras del sabio. El problema, es que no todo el mundo estaba de acuerdo y había quien tenía supuestos argumentos para debatir con el aldeano lo contrario de lo que el sabio le había respondido. Todo esto, lo llevo a volver su camino hacia atrás y visitar al anciano sabio para volver a hacerle otra pregunta.

El aldeano al encontrarse con el, lo saludo y pidió permiso respetuosamente para sentarse frente a el. Una vez sentado, el aldeano comentó al sabio “perdona por poner en duda las palabras y respuestas que me has regalado antes desde tu sabiduría, pero en el camino, me han dicho que nada de lo que me has contado es cierto, que eres un farsante y que si quería saber la verdad de todas mis dudas, que me dirigiese a los dioses del viento, del mar, del fuego y de la tierra, solo ellos me responderían la verdad y el motivo de volver a verte, es porque creo en ti, gran sabio y no me podía ir a mi aldea sin la respuesta de porque me han hablado de dioses como única solución.

El sabio respondió, veras buen aldeano, agradezco mucho tu confianza, pero dejadme un instante buscar la respuesta que pueda aclarar tu duda. Fue entonces, cuando el sabio cerró los ojos y volvió a repetir su mágica frase “Este sabio, busca en su sabio interior, que posee la sabia energía del saber supremo” una vez recitada su frase, todo se tornó en silencio durante unos minutos y cuando abrió los ojos, empezó a responder: “Buen aldeano, he viajado dentro de la esencia de mi mente natural, para ver si en tantas vidas como he vivido, encontraba algún Dios de los que me has mencionado antes y la verdad, es que me he llegado a ver en renacimiento como la mas diminuta partícula de vida existente y no he encontrado a ninguno de esos Dioses”.

Entonces ¿porque me han hablado de ellos con tantas insistencia? ¿porque me han dicho que todo lo malo que nos da la madre tierra no es mas que castigos de los Dioses por nuestro mal comportamiento? ¿Porque me han hecho creer que todo lo bueno que me pasa es por premios que me hacen los dioses cada vez que hago algo bien? Y lo que mas me ha llamado la atención, es que me han contado que si venero a esos dioses, ellos me regalarán la mas bella de las vidas, todo lo que necesite tanto para mi familia, como para mi.

El sabio respondió: Buen aldeano, también he buscado la respuesta a todo eso que me comentas y no e encontrado nada que lo respalde como verdad, mas bien, te digo que he encontrado:

Los dioses de los que te han hablado, son los recursos de ellos para seguir con la esperanza de que ningún fenómeno natural los matará, ya que si creen en dioses, también creen que venerándolos estarán siempre a salvo pero ¿tu crees que esos dioses que según ellos nos han creado y nos cuidan pueden dañarnos? Porque si son nuestros padres, solo podrían cuidarnos, es mas, ¿donde se encontraban esos dioses antes de que existiese el universo? ¿quien los creo si no existía nada? Querido aldeano, el universo a existido siempre y cada estrella que vez en el, aporta semillas para la vida, pero al final, la vida solo se puede crear en el vientre femenino, cada especie, lo tiene de una forma distinta, los arboles, tienen su vientre en sus frutos, las aves tienen su vientre en sus huevos, la madre tierra, tiene su vientre en su atmósfera y si quieres que te diga como se creó el ser humano, siempre de energías y vidas femeninas, el hombre se ha encargado debido a su avaricia de poder, en mentalizar a la humanidad que la mujer es inferior y toda fuerza femenina es inferior, esto, lo ha hecho a través de religiones que amenazan con castigos, pero piensa por un instante y hazte esta pregunta ¿quien creó tu cuerpo? Y veras como la respuesta es “tu madre en su vientre, ¿quien creó los arboles? Sus madres plantas en sus frutos vientres dejándolos caer a la tierra y aportando la semilla para que la madre tierra los pariera.

Entonces gran sabio, pregunto el aldeano ¿quien creo el mundo fue las energías femeninas no? ¿Y quien creó al ser humano, fue la mujer, no? -Así es, contesto el sabio- entonces, ¿para que esta el hombre?, para poner la semilla en el vientre de la mujer, al igual que el sol que es una estrella, pone la semilla en la madre tierra para crear toda la vida, pero que te quede claro, El creador de la vida, se llama MUJER y el hombre sabe que si la mujer no lo necesitase algún día para engendrar, este no tendría mas función que cuidar de la madre tierra y cultivarla durante su embarazo. Es por eso, que me gustaría que respondieses a todos los humanos que se preguntan quien creó la vida humana, que su nombre es MUJER y que como a la femenina madre tierra, hay que cuidarla y mimarla....

Bueno, colorín colorado, este cuento seguirá otro día, espero que te haya gustado aunque seas hombre y me despido con un fuerte abrazo/beso de este que es un ser parido por una mujer a la que quiere con toda su alma y que no es mas que vuestra percepción, Juan Chia...