Bodhisattvacharyavattara
El Bodhisattvachariavattara (pron. bodi-satva-caria-vatara)
es una de las grandes joyas de la literatura budista, enseñanza entre
las enseñanzas, un texto de gran belleza, imprescindible para el
practicante mahayana. Fue escrito en sánscrito por el gran sabio
Shantideva que vivió entre 687 y 763, nacido con el nombre de
Shantivarmana en una familia real india, renunciando a la herencia del
rey y alojándose en la mítica universidad monástica de Nalanda. Desde
entonces, dedicó su vida al Dharma.
PRIMERA PARTE
1. Con devoción rindo homenaje a los budas que han entrado a la beatitud, a su cuerpo del Dharma, los nobles herederos y todos los que son dignos de respeto. De acuerdo con las escrituras, ahora describiré brevemente
La forma de adoptar la disciplina de todos los herederos de los budas.
2. No hay nada aquí que no haya sido dicho antes; y no poseo habilidad en el arte de la composición. Por lo tanto, no espero que esto sea de mucha utilidad para los demás. Y la escribo sólo para familiarizar mi mente con ella.
3. A través de esto, mi fe se fortalecerá por un tiempo, y me acostumbraré a aquello que es virtuoso. Entonces, en caso de que otros, que de alguna manera son iguales a mí en fortuna, se encuentren con estas palabras, que puedan serles de beneficio.
4. Esta forma humana libre y bien favorecida es difícil de obtener. Ahora que tengo la oportunidad de realizar el pleno potencial humano, si no hacemos buen uso de esta oportunidad, ¿Cómo podríamos esperar tener esa oportunidad de nuevo?
5. Como el destello de un relámpago en una noche oscura y nublada, que, por un solo instante, vierte su brillante luz, raras veces, por el poder de los budas, surge una mente de virtud, brevemente, en las personas de este mundo.
6. Por ende, todas las virtudes corrientes son por siempre de poco peso, mientras que la negatividad es fuerte y difícil de soportar – Pero para la mente resuelta a alcanzar la budeidad perfecta, ¿Qué otra virtud podría superarla alguna vez?
7. Contemplando sabiamente a lo largo de las edades, los formidables budas han visto su gran beneficio: Que ayuda a ilimitadas multitudes de seres a obtener fácilmente los estados de beatitud más elevados.
8. Aquellos que anhelan triunfar sobre las tribulaciones de la vida, y que desean poner fin a los pesares de los demás, aquellos que buscan experimentar alegrías abundantes – Que jamás vuelvan su espalda a la bodhichitta.
9. Porque en el mismo instante en que la bodhichitta nace en los fatigados prisioneros esclavizados dentro del samsara, se les llama los herederos de los budas que han entrado en la beatitud, honrados por dioses, humanos y el mundo.
10. Como el elixir supremo de los alquimistas, toma esta forma humana ordinaria e impura, y la convierte en el inestimable cuerpo de un buda – Así es la bodhichitta: ¡sujetémosla fírmemente!
11. Con su ilimitada sabiduría, los únicos guías de los seres, han investigado a fondo y han visto su valor. Así, quienquiera que anhele la libertad respecto a los estados condicionados debería sujetar esta preciosa bodhichitta y protegerla bien.
12. Todas las demás virtudes son como el árbol de plátano: Producen su fruto, y luego no existen más. No obstante, de modo constante, el maravilloso árbol de la bodhichitta rinde su fruto y, sin merma, crece por siempre jamás.
13. Incluso aquellos que han cometido faltas intolerables, al tener la bodhichitta son liberados instantáneamente, tal como un valiente compañero que destierra todos nuestros miedos – ¿Por qué no habría de poner su confianza en ella aquél que es prudente?
14. Tal como una gran conflagración al final de los tiempos, aniquila fechorías terribles en un solo instante. así, sus beneficios son vastos más allá de toda medida. Tal como el sabio Señor Maitreya lo explicó a Sudhana.
15. Comprende que, en pocas palabras, la Bodhichitta tiene dos aspectos: La mente que aspira a despertar, y la bodhichitta que se pone en práctica.
16. Tal como uno comprende la diferencia entre el deseo de viajar y emprender un viaje, el sabio debería comprender estas dos, reconociendo su diferencia y su orden.
17. La bodhichitta de aspiración produce grandes resultados, incluso al continuar dando vueltas en el samsara; sin embargo, no produce una corriente incesante de mérito, porque eso provendrá sólo de la bodhichitta activa.
18. Desde el instante en que asumimos auténticamente esta actitud irreversible – La mente que aspira a liberar completamente los infinitos reinos de los seres.
19. Desde ese momento en adelante, incluso al dormir, o durante momentos de falta de atención, surgirá una abundante e incesante fuerza de mérito, igual a la vastedad del firmamento.
20. Esto fue explicado por el Buda, junto con las razones que sirven de sostén, en una enseñanza dada a solicitud de Subahu, por el bien de aquellos proclives a los caminos inferiores.
21. Si un mérito inagotable llega a alguien que, con la intención de ser de beneficio, tiene el pensamiento sólo de aliviar el dolor de aquellos afligidos por una jaqueca.
22. ¿Qué podemos decir del deseo de disipar los ilimitados sufrimientos de todos los seres, o el anhelo de que todos puedan obtener cualidades iluminadas en número infinito?
23. ¿Tienen incluso nuestros padres o nuestras madres un acto de caridad semejante a este? ¿Lo tienen los dioses o los grandes sabios? ¿Lo tiene incluso el majestuoso Brahma?
24. Si estos seres nunca antes han mantenido esta aspiración por su propio bien – Ni siquiera en sus sueños – ¿cómo podrían haber formulado este deseo por los demás?
25. Un pensamiento semejante a éste – desear para los demás lo que no desean incluso para sí mismos – Es un estado precioso y extraordinario de la mente, ¡Y que ocurra es una maravilla como ninguna otra!
26. Esta fuente de alegría por todos los que vagan en la existencia, este elixir que cura los sufrimientos de todos los seres, esta inestimable joya dentro de la mente – ¿Cómo podría evaluarse semejante mérito?
27. Porque si el simple deseo de beneficiar a los demás sobrepasa las ofrendas hechas ante los budas, ¿Qué necesidad hay de mencionar el esforzarse por el bienestar de todos sin excepción?
28. Aunque tratan de evitar el dolor, corren precipitadamente hacia el sufrimiento. Anhelan la felicidad, pero neciamente la destruyen, como si fuese su enemigo.
29. Satisfacer con toda clase de alegría, y cortar todos los sufrimientos de aquellos que carecen de cualquier felicidad verdadera, y están oprimidos por el peso de la aflicción.
30. Poner fin igualmente a su confusión – ¿Qué otra virtud es comparable a ésta? ¿Qué amigo existe que haga tanto? ¿Qué existe que sea tan meritorio?
31. Si incluso aquellos que realizan buenas obras como resarcimiento por favores pasados, son dignos de alguna alabanza, ¿qué podemos decir de los bodhisattvas, cuyas acciones perfectas son ejecutadas espontáneamente?
32. Existen aquellos que ofrecen comidas ocasionalmente, y sólo a unos pocos; sus regalos, que no son más que comida, se hacen en un solo instante, y con irrespeto, para calmar el hambre meramente por medio día – Y, no obstante, estas personas son honradas por el mundo como virtuosas.
33. Sin embargo, ¿cómo se compara esto con aquellos que dan por muchos eones y a toda la infinidad de seres que existen, ofrendándoles constantemente el cumplimiento de todos sus deseos: La insuperable felicidad nacida de la budeidad bienaventurada?
34. Y aquellos que desarrollan sentimientos de hostilidad, hacia estos benefactores, los herederos de los budas, languidecerán en los infiernos, lo ha dicho el poderoso Sabio, por eones iguales a los instantes de su maldad.
35. En contraste, tenerles en estima producirá beneficios en una medida aún mayor. Ya que incluso en la adversidad, los herederos de los budas no causan ningún daño, únicamente una virtud que aumenta naturalmente.
36. ¡Me inclino ante todos aquellos en quienes ha nacido esta mente sagrada y supremamente preciosa! tomo refugio en esas grandes fuentes de alegría que traen dicha incluso a aquellos que les hacen daño.
SEGUNDA PARTE
1. Con el fin de que yo pueda adoptar esta preciosa joya de la mente, hago ahora la más excelente de las ofrendas a los budas, al sagrado Dharma – la más rara y perfecta de las joyas – y a los herederos de los budas, cuyas cualidades son ilimitadas.
2. Ofrezco toda clase de frutos y flores, y toda clase de medicinas curativas, todas y cada una de las joyas que este mundo ofrece, y las más frescas y puras de sus aguas.
3. Cada montaña repleta de gemas preciosas, y bosques forestales, aislados e inspiradores, árboles paradisíacos adornados con capullos de flores, y árboles cuyas ramas están cargadas de finos frutos.
4. Fragancias perfumadas de los dioses y otros reinos, incienso, árboles que conceden deseos y producen mágicas gemas, cosechas espontáneas que crecen sin los cuidados del labrador, y todo objeto de belleza digno de ser ofrecido,
5. Lagos y estanques adornados con flores de loto, donde se escuchan los agradables ululeos de los gansos, todo objeto y lugar de belleza no reclamado por ningún propietario, que se extienda hasta los confines ilimitados del propio espacio.
6. Los visualizo todos en mi mente, y a los budas supremos y sus herederos los bodhisattvas, hago de ellos un regalo perfecto. pensad en mí con amor, oh señores sublimes y compasivos, y aceptad todas estas ofrendas que ahora os presento.
7. Al carecer de abundancia de mérito, estoy desamparado y nada más tengo para ofrecer. Oh, protectores, que consideráis únicamente el beneficio de los demás, en vuestro gran poder, aceptad esto por mi bien.
8. A los budas y sus herederos los bodhisattvas, ofrezco mi cuerpo ahora y en todas mis vidas por venir. Supremos valientes, aceptadme totalmente, porque con devoción seré vuestro sirviente.
9. Si me aceptáis y me ponéis plenamente bajo vuestro cuidado, no temeré al samsara al ofrecer ayuda a otros seres. Los actos dañinos que cometí anteriormente han quedado enteramente en el pasado, y de ahora en adelante, me comprometo a no cometer nuevos actos perjudiciales.
10. A una casa de baño llena de suaves aromas, con rutilantes y resplandecientes suelos de cristal, y finos pilares que brillan con gemas, donde cuelgan centelleantes doseles de perlas,
11. Invito a los budas y sus herederos los bodhisattvas. Os imploro: venid y bañaros en agua perfumada, vertida desde cántaros desbordantes hechos de exquisitas joyas, acompañado por melodías y cantos.
12. Luego, permitidme secaros en paños más allá de toda comparación, inmaculados y ungidos completamente con aromas perfumados, y vestiros finamente con los más excelentes atavíos, ligeramente perfumados y teñidos en vívidos colores.
13. Ofrezco ropas hechas con las telas más finas y suaves, y cientos de los más hermosos adornos, para agraciar los cuerpos del noble Samantabhadra, Manjugosha, Lokeshvara y los demás.
14. Con los más sublimes de los fragrantes perfumes, que suavemente impregnan mil millones de mundos, ungiré los cuerpos de todos los budas, que resplandecen rutilantes como oro puro y bruñido.
15. A los poderosos sabios, perfectos recipientes de mi ofrenda, presentaré lotos rojos y mandarava celestial, la flor azul utpala y otros capullos perfumados, hermosamente dispuestos en guirnaldas de colores brillantes.
16. También doy en ofrenda ondulantes nubes de incienso, cuyo dulce aroma cautiva a la mente, y un rico festín de abundante comida y bebida, apropiada para complacer las mesas de los dioses.
17. Ofrendo una fila tras otra de lamparillas preciosas, todas perfectamente concebidas como lotos dorados, y disemino los pétalos de flores atractivas
Sobre el suelo rociado de incienso.
Sobre el suelo rociado de incienso.
18. Ofrendo palacios divinos que resuenan con cantos de alabanza, relucientes con perlas preciosas y gemas colgantes, las más hermosas de las estructuras en todo el espacio –Todo esto lo ofrendo a aquellos cuya naturaleza es la compasión.
19. Parasoles incrustados de joyas con manijas hechas de oro, cuyos bordes están todos embellecidos en diseños ornamentales, vueltos hacia arriba, bien proporcionados y agradables a la vista. Ahora y por siempre, ofrendo todo esto a todos los budas.
20. Que una multitud de otras ofrendas, acompañadas por música dulce para los oídos, pueda hacerse en grandes nubes sucesivas, para aliviar los dolores de los seres sensibles.
21. Que las lluvias de gemas preciosas y flores desciendan en torrentes interminables, sobre todas las joyas del noble Dharma, e imágenes y monumentos sagrados.
22. Tal como Manjugosha y los demás hicieron ofrendas a todos los budas, de la misma manera también ofrendaré a aquellos que se han ido así y a todos sus herederos los bodhisattvas.
23. Con vastos océanos de alabanza melodiosa, honro estos océanos de buenas cualidades. que las nubes de alabanzas dulces y suaves asciendan incesantemente ante ellos.
24. Multiplicando mi cuerpo tantas veces como átomos existe en el universo, me prosterno y me inclino ante los budas del pasado, del presente y del futuro, el Dharma y la asamblea suprema.
25. Ante todos los sostenes de la bodhichitta y ante todas las estupas, me inclino, y ante los preceptores y maestros, y aquellos que practican la disciplina.
26. Hasta que realice la esencia de la iluminación, tomo refugio en los budas. E igualmente en el Dharma, y la asamblea de bodhisattvas.
27. A los perfectos budas y bodhisattvas, que residen en todas las direcciones del espacio, y que personifican la gran compasión, uno las palmas de mis manos y ruego:
28. En esta y todas mis otras vidas incontables desperdiciadas vagabundeando en el samsara sin principio, en mi ignorancia he cometido actos negativos y he estimulado a otros a hacer lo mismo.
29. Abrumado por el engaño de la ilusión, he celebrado el daño cometido. Pero ahora veo que fue cometido como una equivocación, y ante los budas, sinceramente me confieso.
30. Todo lo que he hecho contra las Tres Joyas, mis padres, mis maestros o cualquier otro, por la fuerza de mis aflicciones, con mi cuerpo, habla o mente,
31. Todas las acciones indebidas que yo, el malvado que soy, he cometido, faltas que se adhieren a mí por mis muchos errores, y todos los crímenes insoportables que he cometido, abiertamente los declaro ante vosotros, los guías de todo el mundo.
32. Antes de que mi negatividad haya sido purificada, mi vida puede muy bien llegar a su fin, de modo que ahora os ruego: otorgadme vuestra protección, ¡Velozmente, para asegurarme de ser liberado!
33. El Señor de la Muerte es volátil, indigno de nuestra confianza, él no esperará a ver si las tareas de esta vida han sido finalizadas o no. Para los enfermos y para los sanos por igual, esta vida pasajera no es algo en lo que podamos confiar.
34. Cuando nos vayamos, debemos dejar todo atrás, pero no he logrado comprender esto y, así, en nombre de amigos y enemigos por igual, he cometido toda suerte de actos perjudiciales.
35. Mis enemigos no vendrán más, y mis amigos dejarán de ser, yo mismo pasaré de esta existencia, y todo, a su vez, desaparecerá.
36. Como las experiencias en un sueño, todas las cosas de las que hago uso y disfruto, se convertirán posteriormente en un vago recuerdo, y habiendo pasado no se verán de nuevo.
37. En esta vida, que no dura sino por un corto tiempo, algunos amigos y enemigos se han ido ahora. Pero no los actos perjudiciales que cometí hacia ellos –Estos efectos insoportables aún han de venir.
38. Sin pensar jamás que yo también podría morir rápidamente, en mi engaño, lujuria y odio, he cometido tanto daño.
39. Sin detenerse jamás, día o noche, mi vida siempre se me está escapando de las manos. Habiéndose ido, la vida no puede prolongarse, de modo que ¿cómo no podrían morir los que son iguales a mí?
40. Cuando me encuentre tendido en mi lecho final, los amigos y la familia pueden estar a mi lado, pero seré sólo yo quien sienta cuando se corten los lazos de esta vida.
41. Cuando caiga en poder de los emisarios de la Muerte, ¿de qué me servirán mi familia o mis amigos? En ese momento es el mérito únicamente lo que puede protegerme, pero, ay de mí, no he logrado depender de éste.
42. ¡Oh protectores! Fui imprudente, inconciente de horrores semejantes a éste, y todo por esta existencia transitoria, amasé tantos actos perjudiciales.
43. Cuando es conducido hacia el lugar de tortura, donde su cuerpo será pronto despedazado, un hombre se transfigura debido a su terror; su boca se seca, sus ojos afligidos saltan de sus órbitas.
44. Si eso es así, entonces ¿cuán desesperado me encontraré, cuando, abatido y completamente muerto de miedo, caiga en las manos de los mensajeros de la Muerte, y aparezcan sus formas aterradoras y horripilantes?
45. ¿Existe alguien que pueda realmente salvarme de los horrores de este atroz destino? Con una mirada de terror y mis ojos completamente abiertos, buscaré por todas partes tratando de conseguir un lugar de refugio.
46. Cuando, al no ver por ninguna parte semejante lugar de refugio, mi corazón se hundirá; deprimido, abandonaré toda esperanza. Porque si no hay un refugio al cual pudiera acudir, ¿qué opciones me quedan? ¿qué queda por hacer?
47. Así, desde este día en adelante tomo refugio en los budas, los guardianes del mundo, que trabajan para protegernos y beneficiarnos a todos, y cuya gran fortaleza puede desterrar todo miedo.
48. De la misma manera, genuinamente tomo refugio en el Dharma que ellos han realizado, que elimina el terror del samsara, y también en las huestes de bodhisattvas.
49. Totalmente aterrado y en las garras del miedo, me entrego a Samantabhadra; y a Manjugosha también, ofrezco este cuerpo en servicio.
50. Al protector Avalokiteshvara, cuya compasión está en todos sus actos, imploro desde las profundidades de la desesperación, “¡Otórgame tu protección, a este ser perverso que soy!”
51. A los nobles bodhisattvas Akashagarbha y Kshitigarbha, y a todos los señores de gran compasión, desde mi corazón, imploro vuestra protección.
52. Y tomo refugio en Vajrapani, ante quien los mensajeros de la Muerte y todos aquellos que nos amenazan huirán despavoridos, dispersos en todas las direcciones.
53. En el pasado he ignorado tus palabras, pero ahora he contemplado este horror, y así te tomo como mi refugio: ¡Destierra rápidamente todos mis miedos, te lo ruego!
54. Porque si, alarmado por las dolencias comunes, debo seguir los sabios consejos de un médico, cuanto más al estar perpetuamente afligido por el deseo y otras faltas.
55. Si uno solo de estos produce la ruina a todos los que habitan en el mundo, y ninguna otra cura para sanarles se encuentra en ninguna otra parte.
56. Entonces, la intención de no seguir el consejo del omnisciente médico, cuyas palabras destierran toda clase de enfermedades, es una locura total, digna de desprecio.
57. Si necesito tener un cuidado especial al estar frente a un precipicio de altura más bien pequeña, entonces, cuanto más lo estaré para evitar el de profunda duración que cae desde una altura de mil millas?
58. No tiene sentido relajarse y pensar: “Hoy, al menos, no moriré,” porque es cierto que vendrá el día en que mi vida dejará de ser.
59. ¿Quién puede ofrecerme una garantía? ¿Cómo puedo estar seguro que no necesito tener miedo? Si no hay duda de que moriré, entonces ¿Cómo puedo permanecer tranquilo?
60. De mis experiencias del pasado, ¿Qué queda para mí? ¿Qué permanece ahora? No obstante, al aferrarme a ellas obsesivamente, he desobedecido las palabras de mi maestro.
61. Tal como yo mismo eventualmente deberé abandonar esta vida, asimismo debo abandonar familiares y amigos. Cuando deba partir solo en el viaje incierto de la muerte, ¿Qué importancia tendrán para mí estos enemigos y aliados?
62. ¿Cómo puedo liberarme de lo no virtuoso, la fuente desde la que surgen los sufrimientos? En todos los instantes del día y de la noche, esta debería ser mi única preocupación.
63. Cualesquiera faltas que haya cometido, en mi ignorancia y en mi ceguera – Ya sea actos obviamente negativos o acciones proscritas por los votos.
64. Ante los budas, uno las palmas de mis manos, y, aterrorizado por los terribles sufrimientos por venir, me prosterno en el suelo una y otra vez, confesando todos mis actos perjudiciales, todos y cada uno de ellos.
65. Os hago un llamado a vosotros, los guías de todo el mundo, para que me aceptéis, así como los actos perjudiciales que he cometido.Y estos actos, puesto que son negativos, os prometo que, de ahora en adelante, jamás los volveré a cometer.
TERCERA PARTE
1. Con alegría celebro todos los actos de virtud que alivian lo dolores de los reinos inferiores, y me regocijo también cuando aquellos que sufren se encuentran a sí mismos en estados de felicidad.
2. Me regocijo en la acumulación de virtud que es la causa del despertar, y celebro la liberación definitiva de los seres respecto al dolor del samsara.
3. Me regocijo en el despertar de los budas, y los bhumis obtenidos por los bodhisattvas.
4. Con el mayor agrado me regocijo en el infinito mar de virtud, que es la noble intención de la bodhichitta, con el deseo de asegurar la felicidad de los seres, y actuar en formas que traigan beneficio a todos.
5. Ahora, uno las palmas de mis manos y ruego a vosotros, los budas de todas las direcciones: ¡Alumbradnos con la lámpara del Dharma, a los que sufrimos en la oscuridad de la confusión!
6. Con las palmas de mis manos unidas en mi corazón, ruego a todos los budas que anhelan el nirvana: ¡No nos dejéis en la ceguera y completamente solos, sino permaneced con nosotros por incontables eones!
7. A través de cualquier virtud que yo haya obtenido por todos estos actos ejecutados ahora, que todo el dolor de cada ser viviente sea disipado completamente, y que jamás regrese.
8. Por todos los seres que están afligidos en el mundo, hasta que su enfermedad haya sido curada, que pueda convertirme en el médico y en el remedio, y que pueda atenderles hasta recobrar la salud.
9. Haciendo descender una lluvia de alimentos y bebidas, que pueda disipar los dolores de la sed y el hambre, y en aquellos momentos de escasez y hambruna, que pueda yo aparecer como alimento y bebida.
10. Para todos los seres que están desamparados y empobrecidos, que pueda yo ser un tesoro, y que fluya interminablemente una fuente de todo lo que ellos pudieran necesitar, siempre accesible y disponible.
11. Mi propio cuerpo y todo lo que poseo, mis virtudes pasadas, presentes y futuras – Los dedico todos, sin guardarme nada, para traer beneficio a los seres.
12. Abandonando todo, alcanzaré el nirvana, voy en pos de la trascendencia del sufrimiento. Como todo debe ser, por ende, abandonado, sería mejor si lo entregase todo por completo.
13. Este cuerpo mío lo he abandonado ahora, enteramente para el placer de todo lo que vive. Dejad que lo maten, que lo golpeen y que abusen de él, haciendo siempre con éste lo que mejor les plazca.
14. Y si lo tratan como a un juguete, o como a un objeto de mofa y ridículo, cuando lo haya abandonado, ¿Por qué habría de molestarme entonces?
15. Dejad que me hagan lo que les plazca, todo lo que no les haga daño; y cuando alguien me vea, que eso pueda serle de mucha utilidad también.
16. Si verme inspira en otros pensamientos de ira o devoción, que semejantes estados mentales sean la causa de que cumplan eternamente sus deseos.
17. Que aquellos que me insultan en mi rostro, o me causan daño de alguna otra manera, incluso aquellos que me menosprecian en secreto, que tengan la buena fortuna de despertar.
18. Que pueda yo ser un protector para aquellos que carecen de uno, un guía para todos los que andan por los caminos, que pueda ser una embarcación, una balsa o un puente, para todos aquellos que desean cruzar las aguas.
19. Que pueda ser una isla para aquellos que desean descender a tierra, y una lámpara para aquellos que desean luz, que pueda ser una cama para aquellos que necesitan descansar, y un sirviente para aquellos que viven en necesidad.
20. Que pueda convertirme en una joya que concede deseos, un jarrón mágico, un poderoso mantra y una medicina maravillosa. Que pueda ser un árbol de milagros que otorga todos los deseos, y una vaca de abundancia que da alimento a todo el mundo.
21. Como la tierra y otros grandes elementos, y como el propio espacio, que pueda permanecer por siempre, para servir de apoyo a las vidas de incontables seres, proveyéndoles todo lo que pudieran necesitar.
22. De la misma manera, en todos los reinos de los seres, tan vastos como el mismo espacio que todo lo impregna, que pueda ser una fuente de todo lo que la vida requiere, hasta que los seres pasen más allá del dolor del samsara.
23. Tal como los sugatas de las épocas anteriores, despertaron la bodhichitta y, luego, por etapas, se prepararon en prácticas hábiles, en el auténtico camino de los bodhisattvas.
24. Al igual que ellos, tomo este voto sagrado: Despertar la bodhichitta aquí y ahora, y prepararme por el bien de los demás, gradualmente, tal como debería hacerlo un bodhisattva.
25. De esta manera, todos aquellos cuyas mentes son claras, y que adoptan la bodhichitta con inspiración, para asegurarse de que crezca de allí en adelante, la alabarán y ensalzarán de la siguiente forma:
26. Ahora mi vida tiene una gran significación, en el nacimiento he encontrado esta existencia humana, y ahora he nacido en la línea de los budas, como hijo o hija de una noble estirpe.
27. Desde este día en adelante, ocurra lo que ocurra, actuaré sólo de maneras apropiadas, y jamás traeré desgracia a esta noble y perfecta raza.
28. Porque, como un mendigo, pobre y ciego, que, por casualidad, pudiera toparse con una joya, en montones de excrementos y basura, en mi mente ha nacido ahora la bodhichitta.
29. Este es el néctar perfecto de la inmortalidad, a través del cual el Señor de la Muerte es derrotado. Es un tesoro inagotable de riqueza, para disipar la pobreza de los que viven.
30. Es la más excelente de las medicinas que cura la enfermedad del mundo,
Y el árbol que brinda refugio a todos los que vagan cansados por los caminos de la existencia.
Y el árbol que brinda refugio a todos los que vagan cansados por los caminos de la existencia.
31. Es el puente universal hacia la libertad, que nos guía a todos desde los reinos inferiores, y es una luna naciente dentro de la mente, que refresca las pasiones de todos los seres vivientes.
32. Es un formidable sol cuya luz disipa la oscuridad de la ignorancia en nuestras mentes. Y es la forma más pura de mantequilla batida a partir de la leche del Dharma sagrado.
33. Para los seres que viajan por los caminos de la vida, y buscan probar sus más grandes alegrías, esto satisfará sus eternos vagabundeos, concediéndoles la más elevada forma de beatitud.
34. Ahora, con los budas como testigo, invito a todos los seres a una felicidad perdurable, y, antes de eso, a las alegrías ordinarias:
¡Que los dioses, asuras y otros se regocijen!
¡Que los dioses, asuras y otros se regocijen!
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